Pues sí, estoy hablando de ese gran hombre que está en la barra del Urbano. Ese pedazo de sitio no por lo amplio y espacioso que es sino por la variedad de chupitos a un euro que tienen.

La verdad es que esto supone un cambio radical en lo que al blog se refiere, el primer ídolo que no tiene nada que ver con la informática, y también el primero del cual no sé el nombre... En fin, tenía que pasar en algún momento, los tiempos cambian, las fiestas llegan, y el poco estar en casa se va notando...

Sin más, paso a presentar a este personaje. A este personaje de la vida nocturna por Málaga lo conocí más bien hace poco, allá por Halloween (también es el ídolo que conozco desde hace menos tiempo). En realidad, tengo que decir que yo NO salí de Halloween, salí solo porque el disfraz estaba guapísimo, y porque fuimos a la ruta del chupito...

Y en esa ruta (que comenzó en La Guarida) llegamos al Urbano, ese sitio de los chupitos a un euro con una pedazo de variedad... Bueno, pues nada más entrar, ya llegas y dices: - ¡Joder que de gente! -. Y es que allí no se cabe, para nada. Pero bueno, es un sitio de paso obligatorio ya que se está bien por allí. Y si pillas libre el sitio de al lado de la puerta (un huequecito de 1 m²) pues mejor que mejor; de hecho si no pillas ese sitio, te quedan dos opciones: o en mitad del pasillo (pasillo de menos de un metro entre la pared y la barra), o al fondo (cerca de los cuartos de baño...). Pues bien, la gracia del sitio en cuestión, además de la gran cantidad de chupitos, reside en que el nota que está en la barra de vez en cuando se gira, y si ve que la puerta abierta (y mira que hay un portero para controlar eso) pues grita: - ¡¡¡LA PUERTAAA!!! - de una manera que solo él sabe, es algo... especial. Y es que ir al Urbano sin escuchar a este buen hombre gritar lo de la puerta, no es ir al Urbano.

Pues bien, el pasado martes me pasé por allí junto con Paloma, Jose y Aku y Nico, que veníamos de no encontrar El Aguinaldo (como no...), y extrañamente, el tío no gritó - ¡¡¡LA PUERTAAA!!! -, aunque es verdad que había poca gente dentro y la puerta no se quedaba abierta durante mucho tiempo.

No obstante, salimos a la calle y tras una vuelta y ver que estaban la gran mayoría de los sitios cerrados, volvimos al Urbano, y esta vez sí estaba petado de verdad, lo que es la esencia del local: allí no se cabía vamos. Por este motivo, pasó lo que pasa siempre, se acumula gente que va a entrar con gente que va a salir, todo el mundo en la puerta, y la puerta abierta. Y entonces... - ¡¡¡LA PUERTAAA!!! -. Y así fue como Paloma, Aku y Jose escucharon por primera vez a ese gran hombre con ese gran grito...

Y es por eso, por ese gran grito característico y ese gran lugar que es el Urbano, que el tío que pone los chupitos es mi ídolo de la semana.

¿Cómo empezar con este hombre? ¿Cómo? Es uno de esos profesores que... hay que tenerlos en la carrera, hay que vivirlos, hay que disfrutarlos; si no es así, todo carece de sentido...

Todo empezó en mi primer año en la ETSII, en Tecnología de Computadores, donde me daba clase este pedazo de profesor: Francisco Javier Corbera Peña. Sin embargo, no es este por el nombre por el que le conocemos, ya que de primeras se ganó el apodo (positivo). La verdad que no sé quien fue si Nico (el que pone apodos a todo el mundo) o Pablo, o fui yo mismo; la cosa es que empezamos a llamarle El Campechano, lo que se quedó al final como El Campe.

La verdad es que hay una gran diferencia cuando una asignatura te la da un buen profesor y cuando no.

• Si una asignatura es una mierda, pero el profesor es bueno, pues... pasa, el profesor te lo hace más ameno.
• Si una asignatura es buena, pero el profesor no, pues también puede pasar, la asignatura compensa el pésimo profesor.

La cuestión es que una cosa compensa a la otra, pero también podemos encontrarnos en los casos extremos:

Porque El Campe es un profesor que te ve fuera de clase, levantan la mano y te dice - eiiiiiii!! - . Porque El Campe es un tío que explica en clase pegándose carreras de un lado a otro de la pizarra, o saltando delante de las transparencias recorriendo un bus de datos de tal manera que por un momento te pones tan en situación que te parece que eres uno de esos datos de 32 bits que acaban de salir del registro 2 camino del registro auxiliar B para luego entrar en la ALU y poder sumarte... te motiva... MUCHO.

En este punto del relato uno dice: bueno va, un profesor que es la leche explicando... ¿Solo eso? No, El Campe es mucho más. Aún no habíamos ido nunca a su despacho... y fuimos, llegó el momento de ir a una de esas tutorías obligatorias para contarle acerca del formato de instrucción del procesador que Nico y yo estábamos haciendo para su asignatura. Llegamos al despacho, y ¿qué nos encontramos? Nos encontramos al Campe sentado en su escritorio, detrás un póster de Toy Story 2, a su izquierda un Ala-X de papel, y delante de la pantalla del ordenador un pingüino hecho con Lego.... todo un personaje.

Un momento que recuerdo en especial con El Campe fue cuando llegué al examen de junio de Tecnología de Computadores, y vi que el examen que había puesto era exactamente el examen que puso en el año 2006, cuando resultaba que yo el día anterior había hecho los exámenes de 2007 y de 2006. Me reí.

- ¿Qué? ¿Te suena? - Me dijo El Campe.

- Digo, si ayer hice este mismo examen. - Le contesté.

- Pues ala, sácame una Matrícula de Honor.

Y eso fue lo que hice. También es que era juntar todo: una asignatura que estaba bien, que me gustaba, un profesor que era la leche y que encima había hecho el examen el día anterior; como para no sacarle Matrícula de Honor.

Después de ese segundo cuatrimestre del primer año que tuve con El Campe, ¿qué más podía pedir? Ya no había nada mejor en la carrera, ya no podía estar en una situación similar en el resto de asignaturas ni con el resto de profesores que me quedaban por ver... nada. ¿Nada? No, podía pasar una cosa que al menos igualaría a estar con El Campe en primero en Tecnología de Computadores: estar con El Campe en tercero en Fundamentos de Sistemas Operativos.

El día de la presentación hasta Nico (que ahora está en Sistemas y no tenía por qué quedarse en la ETSII) se quedó en nuestra clase para ver la presentación de la asignatura del Campe. Estamos en las mesas charlando. Se abre la puerta y aparece una figura alta, un hombre de unos treinta y pico años con gafas... es el el único, el inconfundible, el mejor profesor que he tenido nunca. Sube a la tarima y saluda mientras pasa a dejar sus cosas sobre la mesa de profesor: - Eiiii! - Entrando así...

Y claro, este año no ha decepcionado, no ha dejado de mostrar esos pequeños puntos que hacen que lo consideremos buen profesor, que hacen que te enganches, te atraiga y hace que te intereses por la asignatura; le da vida a la asignatura, no como otros profesores...

Cosas como cuando está explicando lo que hace una función de POSIX y dice: - esto hace tal y cual. Ya está. No hace falta que os aprendáis nada más, los detalles es lo de menos. Si eso os vais a la consola y hacéis "man esto" y ya está. - o - esto no hace falta que os lo aprendáis de memoria, no os lo voy a pedir que os lo sepáis... no me lo sé ni yo... - y por supuesto: - ¿os acordáis de lo que dije el otro día? No, que va, no os acordáis... no me acuerdo ni yo... -

Y no hay que olvidar el día que vino con la camiseta de Piedra, papel, tijera, lagarto, Spock, que fue una de las pocas clases en las que atender era difícil con El Campe pero no por él, sino porque todos estábamos mirando la camiseta. Por supuesto, buenísimo el día que Alex le dijo:

- ¡Corbera! ¡Me encanta esa camiseta! ¡Quiero una como esa!

Así con el nombre compuesto y tal queda como un tío to importante y tal, pero bueno, otro colega de la ETSII que es. Por ahora no, ya será importante más tarde...
(*Blog de Eu: Qinab http://qinab.blogspot.com/ *)

A Eu lo conozco yo desde hace creo que menos de un año, ya que él entró a la carrera un año más tarde que yo (entró el año pasado), y no lo conocí nada más entrar (y eso que estaba en el laboratorio de Sistemas Electrónicos Digitales en el que yo estaba de monitor con ese pedazo de profesor que es Joaquín...).

A Eu lo conocí pues gracias a Pedro y a Fede, que estaban con él en unas cuantas asignaturas de primero repitiendo; si bien a estos dos últimos los conocí el año pasado vamos... Se podría decir que conozco a Eu desde finales del primer cuatrimestre del año pasado más o menos.

Con Eu no he coincidido en ninguna clase, pero si he coincidido en muchas comidas y en varios días de esos de "estudio" en la 4.1.4. o en la 4.0.1.... en estos sitios se podría decir que conocí a Eu.

Pero este año, por motivos festivos del verano, y por lo fea que fue la asignatura, me encuentro "repitiendo" Estadística, osea en la misma clase que Eu; si bien no voy a clase, con ir a los exámenes parciales y aprobar... va que chuta. Pues este año, se puede decir que Eu es mis ojos y mis oidos un poco en Estadística, para enterarme de lo que la Morcillo dice y tal. Todo esto se lo tengo que agradecer a Eu mucho, pues la Morcillo manda cosas que ni siquiera pone en el Campus Virtual y entonces... ¿cómo las sé yo? Es de agradecer que alguien te lo diga, ya que parece que esta mujer quiere que los que no vamos a clase suspendamos...

Todo esto de que esta semana para mí Eu haya destacado se debe a la gran cantidad de horas de estudio que nos hemos pegado con la Estadística él y yo, en la biblioteca, en la 4.0.1. y en la 4.1.1. (zona habitual de Jungle Speed y clase de David Santo Orcero).

Y también hay que destacar que Eu es un pingüino de los buenos, reciente según me dice él, y que le falta mucho, pero para mí ya es mucho más que yo. Tengo que recordar la escena vivida este miércoles en la 4.0.1. con Eu, cuando estaba yo debatiéndome entre quitarle el Windows 7 a mi portátil o dejárselo... A lo que Eu me dijo:

- ¿Para que lo quieres? Siempre puedes echar a andar los programas de Windows con una máquina virtual o con Wine...
- Ya, tú lo que quieres es que me haga pingüino del tó, aunque bueno, desde que instalé Windows 7 y Ubuntu hace unas semanas, he arrancao en Windor unas 4 veces: cuando lo instalé, una vez que reinicié porque instalé unos programitas y tal, otra vez que estaba probando las tonterías que trae nuevas, otro día que se lo iba a enseñar a mi padre, y hoy que me ha petao el Ubuntu por lo bien que lo trato... bueno, 5 veces... pero todos los días arranco en Ubuntu, Windows no lo toco para nada...
- Pues eso.
- Pues sí, en verdad lo podría quitar. - Razoné.

Y así fue como decidí quitar Windows 7 de mi portátil, es decir, transformarlo en pingüino 100%. Después de esto, al día siguiente, se lo conté a Jose, el cual me dio la mano y me dijo que estaba orgulloso de mí...

También tengo que recordar aquel día antes del examen, estudiando en la 4.1.1. con Eu y Aku, hasta que Aku se fue y nos quedamos Eu y yo solos estudiando Estadística. Estudiando hasta que nos echó la conserje a eso de las 9 de la noche... y acabamos en el coche de Eu haciendo transformaciones de variables aleatorias (y justamente la transformación que hicimos fue la que cayó en el examen del día siguiente... la suerte que tenemos). Y ese mismo día, después de estudiar, y como el anterior y otro de los días anteriores, Eu me llevó a mi casa en su coche, cosa que no es de agradecer, es de ponerle un monumento en mi casa "a la persona que se atrevió a venir hasta aquí que no ve lo lejos que está esto y no ve que frío venir desde la parada del autobús hasta mi casa"

Y es por esto, porque por Eu fue que me decidí a poner el portátil pingüino total, y por lo que ha hecho por mí estadísticamente hablando, y por la de veces que me ha llevado a mi casa en coche, por todo esto es que Eu es mi ídolo de la semana.

Pues sí, no es nadie así importante para la ciencia, ni para el mundo en general... pero tiempo al tiempo.

El hombre en cuestión no es que haya destacado mucho, no es para nada Superman ni nada por el estilo, no conozco grandes cosas de él, pero es un pedazo de tío.

Pablo es profesor en la ETSII, y este año me da programación declarativa lógica. Esta es una asignatura un tanto "extraña" dado que estamos acostumbrados a la programación imperativa, y el cambio de paradigma a la programación declarativa supone un cambio en la forma de pensar de cualquiera. Yendo más allá, la programación lógica tira por unos caminos que divergen un tanto no solo de lo que es la programación que yo conocía hasta ahora, sino también de la programación funcional, que "más o menos" se entiende cómo funciona después de Maude... Todo esto, supondría un pequeño "shock mental", dado lo que supone la programación lógica, el cambio de paradigma y todo lo demás... Pero con Pablo no, es un profesor que explica de manera que se le entiende, que te escucha, y de los que se queda al final de una clase de laboratorio conversando contigo acerca de cualquier cosa de la asignatura; un profesor que se preocupa.

Todo esto viene porque estaba yo el pasado lunes estudiando en la 4.1.3 para el examen de programación declarativa que teníamos el miércoles, y Piter leyó un mensaje de Pablo en el foro de la asignatura. Comentaba Pablo que del ejercicio que había mandado para entregar el martes, solo dos alumnos habían subido una solución al campus virtual, y comentaba la eficiencia de la solución mejor solución al problema. Piter, al leer esto, se picó, dado que él era uno de los que había subido una solución al campus virtual, y la solución óptima no era la suya... Así pues, retomó de nuevo la programación lógica para superar a quien le había superado. Posteriormente, yo me uní al pique, y Aku también. Además, Piter vio parte de mi código y así mejoró el suyo considerablemente, el pique estaba servido... Así que nos tiramos parte de la tarde, y de la noche, picándonos por ver quien programaba mejor en Prolog, quien era el más eficiente. Al final ganó Jose, pero dado que lo importante es participar, participar, participamos. Tampoco se ganaba nada siendo el más eficiente, pero bueno, era solo por el pique, y aprender, aprendimos.

Posteriormente, a la salida del examen de declarativa, Aku y yo estuvimos hablando con Pablo acerca del problema que nos había planteado, las posibles soluciones, y el tema del pique por lo que puso en el foro. En resumen, le dije:

- Es que con lo que puso en el foro, lo que ha conseguido es que nos piquemos a ver quien era el que conseguía la solución más eficiente.
- Eso era lo que pretendía, que os picarais – me contestó medio riéndose.
- Pues lo ha conseguido.
- Y bueno, ¿vosotros no tenéis clase de Lenguajes con Blas? - nos preguntó dado que estábamos en la puerta de la 3.0.6 y Blas estaba dentro empezando la clase.
- Mmm... sí, pero está más entretenido hablar de esto que estar ahí dentro.
- No, si ya...
- Pero bueno sí, habrá que entrar – asumí yo.

Y después de esto, nos fuimos cada uno por nuestro lado, yo a clase de Blas, Aku a la de David (la cual será mi clase de aquí en adelante para los “ejercicios” de Lenguajes), y Pablo a donde fuera que tuviera que ir.

Y aunque no tenga gran cosa como la página de David, esta es la suya: http://www.lcc.uma.es/~lopez/

Lo primero que hay que decir para poner en situación es que los miércoles (por desgracia) los alumnos de tercero de Ingeniería Informática tenemos clase de Programación Declarativa las dos primeras horas, y posteriormente clase de Lenguajes de Programación (1 hora). En condiciones normales (y no me refiero a 1 atm de presión y 20°C ), esto no sería algo tan grave, pero resulta que dichas clases las imparte un profesor que digamos... no las hace muy atractiva: Blas. Por esto, el empezar un miércoles, desde finales de septiembre que empezó el curso, no supone ninguna alegría tremenda.

Dicho esto, podría decirse que todo comenzó el pasado miércoles. Me disponía yo a enfrentarme a uno de esos días que empezaban con dos horas no muy bien, continuaban con otra hora de más de lo mismo, y para colmo las dos ultimas horas de Diseño y Utilización de Bases de Datos, que tampoco es que fueran apasionantes...

Pero una sorpresa me aguardaba al abrir la puerta trasera del aula 3.0.6. como cada mañana (osea que llegaba tarde): resulta que Blas no estaba, y en su lugar, se encontraba Pablo, el otro profesor de Programación Declarativa. Tras un primer momento de desconcierto, Pablo dijo que Blas no estaba en condiciones de dar clases, por lo que él daría la clase. Ante esto, un interrogante: ¿y la clase de Lenguajes de Programación? La respuesta a esta pregunta se hallaba en otro hombre... David Santo Orcero.

A David no lo conocía yo mucho, solo lo había visto una vez cuando nos habían dividido para la clase de "ejercicios" ([ejercicios ≡ demostraciones de teoremas]) de Lenguajes, así que no sabía mucho de él; aunque Aku y Piter ya me habían hablado antes bien de el ya que ellos estaban en la clase de ejercicios con él. David llegó a la clase, y, como siempre hace, nos llevó a la clase en la que el suele dar clases, la 4.1.1. (clase habitual de Jungle Speed en los ratos libres los jueves y viernes a ultimas horas). Yo estaba emocionado se podría decir: un cambio de profesor, algo nuevo, distinto... Y no decepcionó, David cumplió mis expectativas, y con creces. No solo explicaba todo aquello que con Blas no comprendíamos, sino que de una manera campechana y de compadreo con nosotros, haciéndonos recomendaciones sobre como enfrentar los ejercicios, diciendo cómo le gusta a Blas que se hagan los ejercicios... todo lo necesario para que pudiéramos enfrentarnos a la asignatura de Blas. La verdad es que yo salí muy contento de aquella clase, con esa sensación de "me voy a comer el mundo" o por lo menos "me voy a comer la asignatura" (aunque lo que pase en un futuro, no se sabe).

Hasta ahí, David ya me pareció el tío más perita del mundo, era un profesor de Lenguajes de Programación, pero que hablaba claro y comprensible... pero eso no era todo... Estando en el laboratorio de Diseño y Utilización de Bases de Datos el viernes, Aku estaba mirando la página de Lenguajes y Ciencias de la Computación (LCC), y viendo un profesor y otro, y tal y cual, pues acabó metiéndose en la página de David... Empezamos a ver que clases daba, que tenía de investigación... esas cosas.

Tengo que admitirlo, pensaba que este hombre tendría en su página cosas del estilo de Lenguajes de Programación: un peñazo incomible de chorradas teóricas y demás que no sirven para nada, pero no. Resulta que el tío es un pingüino de los buenos, tiene en su página tela de cosas relacionadas con Linux, y más cosas que vamos, con Lenguajes de Programación y con demostraciones teóricas, poco tiene que ver... Resulta que este hombre se ha estado dedicando a la migración de software libre, cosa que me atrae, ya que yo ahora, como me dice mucha gente, me estoy "volviendo pingüino". También ha dado y da charlas de software libre y demás, habiendo estado en Brasil por lo visto...

Pingüinos aparte, según comenta en su página David siempre está dispuesto a echar una mano al alumno que lo requiera, no solo en aspectos de su asignatura, sino en aspectos de nuestra carrera profesional en general, cosa que me sorprende, si bien no tanto visto lo visto en la clase del pasado miércoles. Se le ve un tío que se preocupa por los alumnos, no como otros profesores que dan su clase (a su puta bola), y adiós.

David también tiene un blog en su página web, el cual recomiendo leer; si bien yo lo estoy empezando a leer (lo acabo de descubrir).

Aquí dejo un párrafo sacado de su página, del apartado de biografía, que, cuanto menos, resulta llamativo:


En la actualidad, además de esta actividad profesional que David Santo Orcero mantiene con éxito, mantiene en paralelo una actividad docente e investigadora muy activa. Tiene su oficina en el ático de su casa, una bonita casa en un pueblo de pescadores, a la orilla del Mediterráneo; desde la que ve el mar, cuida su jardín de rosas, practica el tiro instintivo con arco, y se divierte jugando al go.

En resumen, conozco muy poco a este hombre, pero lo visto en clase y lo leído en su página hacen que se haya convertido en mi ídolo de la semana.