Lo primero que hay que decir para poner en situación es que los miércoles (por desgracia) los alumnos de tercero de Ingeniería Informática tenemos clase de
Programación Declarativa las dos primeras horas, y posteriormente clase de
Lenguajes de Programación (1 hora). En condiciones normales (y no me refiero a 1 atm de presión y 20°C ), esto no sería algo tan grave, pero resulta que dichas clases las imparte un profesor que digamos... no las hace muy atractiva:
Blas. Por esto, el empezar un miércoles, desde finales de septiembre que empezó el curso, no supone ninguna alegría tremenda.
Dicho esto, podría decirse que todo comenzó el pasado miércoles. Me disponía yo a enfrentarme a uno de esos días que empezaban con dos horas no muy bien, continuaban con otra hora de más de lo mismo, y para colmo las dos ultimas horas de
Diseño y Utilización de Bases de Datos, que tampoco es que fueran apasionantes...
Pero una sorpresa me aguardaba al abrir la puerta trasera del aula 3.0.6. como cada mañana (osea que llegaba tarde): resulta que Blas no estaba, y en su lugar, se encontraba
Pablo, el otro profesor de Programación Declarativa. Tras un primer momento de desconcierto, Pablo dijo que Blas no estaba en condiciones de dar clases, por lo que él daría la clase. Ante esto, un interrogante: ¿y la clase de Lenguajes de Programación? La respuesta a esta pregunta se hallaba en otro hombre...
David Santo Orcero.
A David no lo conocía yo mucho, solo lo había visto una vez cuando nos habían dividido para la clase de "ejercicios" ([ejercicios ≡ demostraciones de teoremas]) de Lenguajes, así que no sabía mucho de él; aunque
Aku y
Piter ya me habían hablado antes bien de el ya que ellos estaban en la clase de ejercicios con él. David llegó a la clase, y, como siempre hace, nos llevó a la clase en la que el suele dar clases, la 4.1.1. (clase habitual de Jungle Speed en los ratos libres los jueves y viernes a ultimas horas). Yo estaba emocionado se podría decir: un cambio de profesor, algo nuevo, distinto... Y no decepcionó, David cumplió mis expectativas, y con creces. No solo explicaba todo aquello que con Blas no comprendíamos, sino que de una manera campechana y de compadreo con nosotros, haciéndonos recomendaciones sobre como enfrentar los ejercicios, diciendo cómo le gusta a Blas que se hagan los ejercicios... todo lo necesario para que pudiéramos enfrentarnos a la asignatura de Blas. La verdad es que yo salí muy contento de aquella clase, con esa sensación de "me voy a comer el mundo" o por lo menos "me voy a comer la asignatura" (aunque lo que pase en un futuro, no se sabe).
Hasta ahí, David ya me pareció el tío más perita del mundo, era un profesor de Lenguajes de Programación, pero que hablaba claro y comprensible... pero eso no era todo... Estando en el laboratorio de Diseño y Utilización de Bases de Datos el viernes, Aku estaba mirando la página de Lenguajes y Ciencias de la Computación (LCC), y viendo un profesor y otro, y tal y cual, pues acabó metiéndose en la página de David... Empezamos a ver que clases daba, que tenía de investigación... esas cosas.
Tengo que admitirlo, pensaba que este hombre tendría en su página cosas del estilo de Lenguajes de Programación: un peñazo incomible de chorradas teóricas y demás que no sirven para nada, pero no. Resulta que el tío es un pingüino de los buenos, tiene en su página tela de cosas relacionadas con Linux, y más cosas que vamos, con Lenguajes de Programación y con demostraciones teóricas, poco tiene que ver... Resulta que este hombre se ha estado dedicando a la migración de software libre, cosa que me atrae, ya que yo ahora, como me dice mucha gente, me estoy "volviendo pingüino". También ha dado y da charlas de software libre y demás, habiendo estado en Brasil por lo visto...
Pingüinos aparte, según comenta en su página David siempre está dispuesto a echar una mano al alumno que lo requiera, no solo en aspectos de su asignatura, sino en aspectos de nuestra carrera profesional en general, cosa que me sorprende, si bien no tanto visto lo visto en la clase del pasado miércoles. Se le ve un tío que se preocupa por los alumnos, no como otros profesores que dan su clase (a su puta bola), y adiós.
David también tiene un blog en su página web, el cual recomiendo leer; si bien yo lo estoy empezando a leer (lo acabo de descubrir).
Aquí dejo un párrafo sacado de su página, del apartado de biografía, que, cuanto menos, resulta llamativo:
En la actualidad, además de esta actividad profesional que David Santo Orcero mantiene con éxito, mantiene en paralelo una actividad docente e investigadora muy activa. Tiene su oficina en el ático de su casa, una bonita casa en un pueblo de pescadores, a la orilla del Mediterráneo; desde la que ve el mar, cuida su jardín de rosas, practica el tiro instintivo con arco, y se divierte jugando al go.